domingo, 14 de abril de 2013

Colgante de cristal y aluminio

Hola!!!! Aquí estoy de nuevo, esta vez con un colgante. Es muy fácil de hacer y requiere pocos materiales. Y quedan súper bonitos!!!!


Materiales:
-Alambre de aluminio de varios colores
-Piedra o cristal
-Alicates de corte o tijeras
-Alicates de punta cónica o pincel o lápiz redondo
-Celo

¿Dónde encontrar los materiales?
El aluminio de colores se puede comprar en tiendas de manualidades o en bazares chinos. Los hay de varios diámetros, para este colgante es mejor que todos los colores sean del mismo tamaño.
El cristal que utilizo yo es de esos de decorar jarrones, lo podéis encontrar en tiendas de decoración, yo lo compré en un bazar chino, en una bolsa que venían un montón. Pero también podéis utilizar minerales o cantos rodados, en general cualquier piedra que no tenga aristas, para que no haga daño. El tamaño de la mía es aproximadamente de 3,5x3 cm, pero eso sólo importa para el largo del aluminio que necesitamos. Podéis elegir la que más os guste, eso sí, ojo que no pese mucho, jajajaja.



En los ejemplos que os he puesto arriba el primero es con aluminio de 1mm de diámetro y cada trozo debe tener aproximadamente 40 cm, he utilizado 6 colores. El segundo y tercero son de 1,5mm de diámetro y 30 cm de longitud, he utilizado 5 colores. Cuanto más fino más número de alambres podemos utilizar y más vueltas podremos darles. Podéis elegir cada alambre de un color, o todos iguales, o repitiendo, lo único que importa es que os guste como queda y que el ancho total de los alambres quede proporcionado con la piedra que utilicéis. Tened en cuenta que el largo del alambre también dependerá del tamaño de la piedra, no sólo de su diámetro. Es preferible cortar de más que quedarnos cortos, en el primer colgante podéis medir lo que os sobre y así haceros una idea para los siguientes.


Cortamos los alambres, en mi caso uno azul, dos celestes y dos morados, todos de 1,5mm de diámetro y 30 cm de largo. Los ponemos en el orden que queramos, a veces como no se quedan rectos del todo parece difícil, pero no os preocupéis id colocándolos según lo vais utilizando. Los igualamos en un lado.



Con el alicate o con el pincel doblamos la punta, vamos a hacer la argolla pon donde se va a colgar, así que no la hagáis muy pequeña, a ver si luego no va a entrar ninguna cadena. Yo le he puesto una protección a mis alicates para no marcar el aluminio y que quede más pulido el trabajo. Venden unos de nylon para estos menesteres pero me parecen muy caros y de momento con esto me apaño.


Y con ayuda de los dedos le vamos dando la forma que veis en la foto, para que encaje bien la piedra. Con estos alicates es más fácil hacerlo, pero no son necesarios. Para que resulte más fácil trabajar ponemos un poco de celo en la punta, sujetando todos los alambre, esto ayuda a que se muevan menos. 


La primeras veces que hagamos este colgante puede resultar muy difícil, porque hay que estar sujetando con una mano constantemente la piedra y los alambre para que no se muevan, pero paciencia, que acaba saliendo. Colocamos la piedra como nos gustaría que se viera, con la argolla arriba y el final del alambre contra ella, para que queden escondidas esas puntas. Apretamos fuerte y torcemos un poco la parte de abajo del aluminio y empezamos a girar, con mucha paciencia y sujetando muy bien. Si os resulta complicado id de alambre en alambre, procurando que queden pegados.


Damos las vueltas que nos gusten. Ahora hay que esconder el final del alambre, para que no pinche. Miramos detrás de que parte podemos meterlos y los cortamos a esa medida, con cuidado levantamos un poco esos alambres y metemos las puntas, de una en una es más fácil. Si no os fiáis podéis ponerle una gota de pegamento (transparente por favor, jajajajaja), pero no debería ser necesario. Ahora podemos apretar más los alambre, juntarlos, colocarlos mejor si hiciera falta y dejarlo precioso :)


Quitamos el celo y recolocamos la argolla, que seguro que se ha movido un poco y listo!! Para comenzar es mejor hacerlo con aluminio fino, es más manejable, para coger práctica, jajajajaja. 


En el próximo post os enseño a hacer una cadena de cola de ratón para que podáis lucirlo. 

martes, 9 de abril de 2013

Cojín térmico de hierbas

Qué gustito da ponerse una bolsa de agua caliente encima cuando tenemos un dolor muscular, o meterse con ella en la cama en las épocas de más frío. Pues imaginaros que además huele de lujo. Os hablo de los cojines para frío o calor de hierbas (porque también sirven para frío) y es que hoy os voy a enseñar cómo hacerlo vosotr@s mism@s.

Ingredientes:
-Tela (agradable al tacto)
-Tijeras
-Aguja e hilo o máquina de coser o pegamento para tela
-Material de relleno que mantenga la temperatura:
     -Arroz, lentejas, semillas de linaza, alpiste... Cualquier semilla de tamaño pequeño para que sea más cómodo (imaginaos que ponemos garbanzos!!!)
-Hierbas aromáticas y especias varias (esto ya va en gustos):
     -Romero, perejil, limoncillo, flores de lavanda, de rosa, menta, manzanilla, jazmín, canela molida, nuez moscada molida, granos de pimienta, anís....


La función principal de esta bolsita es térmica, se puede meter el microondas un par de minutos y durará calentita una o dos horas, o bien meterla en el congelador por media o una hora para poder aplicar frío. Por eso debemos elegir una base para el relleno que mantenga la temperatura. Las lentejas y el arroz van genial, como además son pequeñitos y de bordes redondeados hacen que el cojín resulte muy cómodo. Yo he visto que también los venden de huesos de cereza, así que ya sabéis que toca en la próxima época de cerezas, jajajaja, todo el mundo a ponerse ciego y a guardar los huesitos. Imagino que con cocerlos y frotarlos los unos contra los otros sería suficiente para limpiar los restos de carne.

Pero también funciona como aromaterapia. Podemos poner las hierbas que más nos guste como huelen, las que más nos relajen, eso va en gustos. Yo elegí romero, menta, hierba luisa, lavanda, un poco de canela y nuez moscada molidas y unos pocos granos de pimienta, porque quería que me resultara relajante, ya que yo las uso para dormir o cuando tengo contracturas. 


Yo las cantidades las eché un poco a ojo, lo que hay que pensar es que el cojín se debe llenar en dos tercios, así que podéis empezar rellenándolo hasta la mitad con el arroz, lentejas o lo que uséis, echando eso en un bol y añadiendo hierbas y especias al gusto hasta que quede una mezcla más o menos como en la foto. 

Consejos:
-Mirad que las hierbas no tengan mucho palo, que pueda atravesar la tela y pinchar.
-No echéis mucha cantidad de especias en polvo porque podrían acabar manchando la tela.
-Cuidado si tenéis alguna alergia.
-Cuidado con tocarse los ojos mientras manejáis hierbas, que pica muuuucho.


Preparamos la tela para el cojín. El tamaño dependerá de para que lo queráis utilizar (no lo hagáis muy grande no vaya a ser que no entre el el microondas, jajajaja) Yo hice un cojín genérico de tamaño manejable 15x30 cm. Para coser menos utilicé una tela de aproximadamente 32x32 cm y la doblé por la mitad. Hay que coser un lado corto (por el otro se rellena) y uno largo (el otro no será necesario a no ser que utilicéis dos trozos de tela) por el revés, a mano o a máquina. Si lo hacéis a mano que las puntadas estén juntas para que no se salga el contenido.


Se rellena y se cose el extremo que queda, yo metí los bordes de la tela hacia adentro y cosí por fuera con la máquina, así la tela no se deshilacha y queda bastante aparente, que con mi nivel súper básico en máquina de coser no se puede pedir más. 

Y ya lo tenemos!!! No ha sido muy difícil, no? Yo recomiendo aprovechar y hacer dos o tres del tirón (y así tenéis para regalar) y así no os sobrará hierbas (o utilizar las que os sobren para infusiones).


Lo que viene a continuación es para nota. A mi me preocupaba que con el uso se acabara manchando y no se pudiera limpiar, así que decidí hacer una funda para el cojín de quita y pon. Os cuanto cómo lo hice yo y os dejo otras ideas.


Igual no os lo imagináis todavía, aunque si habéis leído otros posts míos deberíais saberlo, pero yo soy vaga por naturaleza, vaga como Garfield, en plan: "me apetece hacer algo, voy a tumbarme hasta que se me pase". Así que mi máxima es la ley del mínimo esfuerzo. Y lo más fácil para la funda era hacerla con una abertura en el centro, que se monte un poco un lado sobre el otro para no tener que poner cierre ni na de na. Así que esta vez vamos a doblar la tela a lo largo, dejando la abertura en la parte central. Cortamos un trozo de tela de aproximadamente 17x64 cm (comprobad como ha quedado el tamaño del cojín y ajustar las medidas si fuera necesario. Lo primero es hacer la terminación de los borde de la abertura, que son los extremos cortos, yo hice un dobladillo en zig zag. Luego por el revés llevamos los bordes estrecho hacia el centro, montándolos un par de dedos y cosemos los laterales, le damos la vuelta y listo!


Si os parece muy complicado podéis hacerla igual que la primera, un poco más grande y poner automáticos en uno de los extremos, o cremallera, o simplemente envolver el cojín en un pañuelo.

Creo que eso es todo. Pensaba que me iba a salir cortito y menudo tostón que os estoy metiendo, jajajaja, espero no haberos aburrido mucho y ya me contaréis si volvéis a las bolsas de agua u os quedáis con estos cojines. Besos.